Parte de nuestra historia está teñida por enfrentamientos y violencia como la mayoría de los países del mundo en toda las
épocas y circunstancias.
Pero, cuando la violencia se agranda e invade los derechos de la población con hechos aberrantes, repudiarla y denunciarla es nuestro deber. Y eso es lo que hace el dramaturgo Damian Faccini, autor de esta obra, un texto crudo y veraz pero descriptivo de ese oscuro momento de nuestro país.
Con una puesta minimalista apoyada, sobre todo, en la labor actoral, la directora Cecilia Quiuán ha sabido darle al texto la
dimensión y emocionalidad precisos.
La obra comienza con un programa de radio, en apariencia banal, con comentarios triviales. Pero, a medida que la obra avanza aparecen los fantasmas del conductor que muestran su participación en actos terribles.
Muy buenas actuaciones de ambos actores, destacándose Carlos Rapolla con un trabajo actoral comprometido física y
emocionalmente.
Por todo lo expuesto, recomiendo esta obra.
María Buscaglia
Teatro Boedo XXI
Boedo 853 C.A.B.A.
Domingos 19.30hs.
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